En Le Puy, Francia, en 1650 , el Padre Juan Pedro Medaille, sacerdote    jesuita, junto a un grupo de mujeres, conmovidos  por la realidad de su tiempo (las consecuencias de las guerras , pobreza, muerte, orfandad,  destrucción, enfermedades,  desnutrición, analfabetismo…)  tienen un sueño común, y fundan el Pequeño Proyecto. Estas valientes mujeres, desafiando las prohibiciones de la época, se lanzan alrededor de un mismo ideal: consagrarse a Dios, compartir la vida y atender a los más necesitados. Haciendo realidad el “Pequeño Proyecto” soñado por el fundador:

Ser Pequeño Proyecto que adora e imita al Modelo:

• Jesús hecho Pan  Entregado…Eucaristía
• Trinidad eterna: Dios Padre y Madre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo,
• y en Nazaret: Jesús, María y José, Trinidad en la historia.

Familias de  Amor que  invitan a  amar, trabajar y servir, a abrir el corazón y acoger a todas, a todos, para vivir la Comunión en el Reino.

A través de los años, recibieron el nombre de Congregación  de San José. Su carácter es eminentemente misionero y de espíritu fuertemente eclesial.

Con la  misión de asistir y servir a “todo querido prójimo”, con el mismo cuidado y cordial caridad que lo hizo San José con María y Jesús.

Atentas a  las manifestaciones del  Espíritu, leyendo los signos de los tiempos de esta realidad compleja  y visibilizando   la urgente necesidad  de comprensión y respeto entre los pueblos, las culturas y las religiones; de respeto de unos/as por otros/as y por el planeta en el cosmos , las hermanas de San José del mundo entero, nacidas del Pequeño Proyecto, han constituido el  San José Global  para  promover  la interacción, la colaboración y la comunión entre las hermanas  y laicos/as buscando crear una comunidad en la tierra basada en valores de sanas relaciones con Dios con los/as demás y con todo nuestro planeta desde una ecojusticia para hacer posible el Reino.